28 de septiembre de 2012

Lovers dance when they're feeling in love.


Take my hand, I'll teach you to dance. I'll spin you around, won't let you fall down. Would you let me lead, you can step on my feet. Give it a try, it'll be alright. The room's hush, hush, and now's our moment. Take it in feel it all and hold it. Eyes on you, eyes on me. We're doing this right.
Cause lovers dance when they're feeling in love. Spotlight shinning, it's all about us. It's oh, oh, oh, oh, all about uh, uh, uh, uh, us. And every heart in the room will melt, this is a feeling I've never felt but, It's oh, oh, all about us.
Suddenly, I'm feeling brave. I don't know what's got into me, why I feel this way. Can we dance, real slow? 
                                                         Can I hold you. Can I hold you close?

2 de septiembre de 2012

Una jaula. Una vida.

Bajo la manta gris de lluvia que cubría el campo, hombres y mujeres desde niños hasta ancianos, agarraban las paredes de su jaula mientras nos observaban llegar. Los cuerpos de sus amigos, familiares, yacían sobre el suelo mojado como tristes sacos de carne. Los llantos desconsolados de una madre mientras sostenía en sus brazos, con las pocas fuerzas que le quedaban, el cuerpo sin vida de su pequeña, nos asestaban puñaladas cada vez más profundas. El dolor era palpable. La angustia, el odio, la tristeza, sus ojos conseguían más que las palabras. Fotografiamos cada gesto, cada acción. Aún tratados como a animales todo lo que hacían demostraba su humanidad, cosa que solo parecíamos percibir nosotros tras las cámaras.

Y allí los encontré. Pequeños, casi invisibles. Un verde intenso, tan intenso como una hoja recién nacida. Me acerqué a él. Sin mediar palabras, nos encontramos frente a frente. Aquel niño me atrapó. Su cara llena de hollín, su pelo negro azabache. La mirada más extraña que había visto hasta el momento en aquel horrible lugar. No había tristeza, ni tampoco odio, solo tranquilidad. Tal vez sabía lo que hacía en ese sitio o mejor dicho lo que le esperaba, pero todo me parecía demasiado duro para que aquel niño lo entendiera.

Desde el autobús podía seguir viendo sus ojos fijos en nosotros. Cuando el coche se puso en marcha, el niño agitó la mano despidiéndonos. Despidiéndose.

Días después me comunicaron que todos y cada uno de los que estaban metidos en aquella jaula habían sido fusilados. Nunca antes me había sentido impotente.

Ahora sé porque aquel niño de ojos verdes estaba tan tranquilo, sabía que iba a morir y que solo allí encontraría la paz.
"Siempre hay un momento en el que el camino se bifurca.
Cada uno toma una direccion pensando que al final los caminos se volveran a unir.
Desde tu camino ves a la otra persona cada vez mas pequeña
no pasa nada
estamos echos el uno para el otro
alli estara ella.
Pero al final solo ocurre una cosa

llega el puto invierno
ya no hay vuelta atras, lo sientes
es en ese mismo momento en donde te das cuenta que las cosas solo ocurren una vez
y por mucho que te esfuerces ya nunca volveras a sentir lo mismo
ya nunca tendras la sensacion de estar a tres metros sobre el cielo."

A tres metros sobre el cielo